Hace ahora casi 50 años que mi mujer Magdalena Ramírez-Escudero y yo junto con nuestro hijo Daniel recorrimos unas de la partes menos conocida de Europa y Oriente Medio en una furgoneta acomodada como vivienda con la intención de descubrir un mundo diferente y de colores, mientras en España empezábamos a salir de una Dictadura que había convertido todo en gris y verde militar. Así nació Por las Costas del Mundo, un viaje, sin tarjetas de crédito, móviles, repleto de duras fronteras a las que había que abordar con cuidado. Apenas contábamos 25 años, pero nuestras ansias de saber pudieron con todas las barreras que pretendieron imponernos.
Vivimos el final de la Guerra de los Seis Días en Israel, y de los bombardeos de Siria desde los Altos del Golán, además de la tensión de atravesar el Líbano para alcanzar la conflictiva Chipre. Pero la bajada hasta el mar Rojo y sus buceos impresionantes nos hicieron olvidar la tierra para concentrarnos solamente en el agua transparente de esa mar cálida repleta de corales. Hoy, cuando en Israel vuelve a iniciarse una nueva guerra parece que este inmenso espacio de tiempo cercano al medio siglo no ha transcurrido, pues los problemas son casi los mismos, al igual que la intransigencia, los matones de siempre y los cómplices de todo ello.
Laponia y sus gentes cuando por allí no pasaba nadie. La tierra de los Idia Outanane, en la cordillera del Atlas. La antigua Yogoslavia o el misterio de Bretaña y sus cementerios de barcos, fueron conformando un mundo paralelo apasionante que nos incitó a cambiar nuestras vidas para siempre.
La magia de Internet nos ha permitido digitalizar nuestro libro para que pueda llegar a todos aquellos que quieran saber lo duras que eran las cosas del viajar apenas hace unos años, cuando éramos verdaderos viajeros, no turistas, como los muy variados intereses han convertido a todos los que salen de casa en busca de aventuras.
Como decía al principio del libro: “No os dejeis engañar con que la vida es poco, bebedla a grandes tragos por que no os bastará cuando hayais de perderla; el lodo a los podridos, la vida es lo más grande, perderla es perder todo” Son palabras del gran dramaturgo Bertolt Brecht y, ahora que han pasado casi 50 años, todavía estoy más seguro de ello.
El libro POR LAS COSTAS DEL MUNDO lo podéis bajar de Internet de forma gratuita en: Scribs.com