LA FRAGATA MERCEDES POR DECRETO
Publicado por pipesar | Categoría Sin Categoría | Fecha 08-12-2012
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Siempre he pensado que los arqueólogos son los encargados de estudiar los hallazgos históricos para, acto seguido, informar sobre sus resultados a las instituciones de las que dependen. Sin embargo, en este tedioso y largo asunto de las monedas ganadas a Odyssey en los tribunales norteamericanos ha sucedido todo lo contrario. Han sido los políticos quienes han decidido que dichos objetos arqueológicos provienen de un barco español nunca encontrado, tratando de tapar su mal hacer, sus impresentables actuaciones en relación con todo el asunto; me atrevería a decir que cometiendo un presunto delito de dejación de funciones, y por lo tanto en connivencia con el expolio.
Y durante ese glorioso camino, trataron de tapar la boca a quienes descubrimos el expolio, lo denunciamos y gastamos nuestro patrimonio para obtener imágenes y documentos que la prensa pudiera publicar. También, y quizás sea lo más grave, destituyeron a Ivan Negueruela, al mejor arqueólogo marino que tiene nuestro país haciéndole la vida muy difícil por no plegarse a esta nueva forma de trabajar en la arqueología española, que consiste en que los políticos y sus funcionarios acólitos decidan sobre la identidad de un pecio, la procedencia de unas monedas, o el origen histórico de cualquiera de nuestros objetos patrimoniales. Da igual lo que diga la historia, los hechos, las pruebas o la arqueología en sí misma; se trata de tapar los inmensos errores que se enmiendan después con el dinero de todos los españoles, de encubrir al descomunal numero de bobos, iletrados e incompetentes que intervinieron en esta farsa. Y sin con ello se cargan la reputación de un gran profesional, o enredan hasta cotas insoportables la vida de unos ciudadanos, qué más da, ellos ganan siempre; tienen el poder y la sabiduría y el conocimiento, que a otros tanto nos ha costado adquirir, por decreto, por que lo dicen ellos.
Y yo me pregunto: si hace unos días nuestra Armada expulsó a otro barco caza tesoros del Mar de Alborán a pesar de que navegaba a 25 millas de la costa española, esto es, en la zona contigua española y en la zona económica exclusiva que pude llegar hasta las 200 millas cuando pueden medirse, por qué no se hizo esto mismo cuando los barcos de Odyssey navegaron durante DIEZ AÑOS por nuestras aguas del Mediterráneo. Esta vez y tras el ridículo del expolio de Odyssey, nuestra Armada sí recibió la orden de expulsarlos al amparo de la Convención del Derecho del Mar.
Al menos, y de momento, hasta que otro politiquillo quiera jugar a los arqueólogos, hemos conseguido que las cosas de la protección del patrimonio sumergido se tomen con otro rigor, aunque para ello algunos hayamos pagado un precio muy alto.
Lorenzo -Pipe- Sarmiento de Dueñas
Abogado especializado en Derecho Marítimo.
Descubridor del caso Odyssey.
Autor del libro Expediente Odyssey, el mayor expolio bajo el mar.