LAS MENTIRAS Y EL INTENTO DE PRESIÓN DE LOS BRITÁNICOS EN EL NAUFRAGIO DEL BAYESIAN
Publicado por pipesar | Categoría Pipe Sarmiento | Fecha 17-05-2025
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Hace un par de días, este departamento del ministerio británico de transportes, con competencias exclusivas en Reino Unido, sin que sus dictámenes sean vinculantes fuera del Reino Unido, y solo para accidentes de barcos abanderados allí, ha emitido un informe a modo de “coacción encubierta” para que los investigadores italianos lo tomen en cuenta, justamente, cuando solo faltan unos días de que se reflote el Bayesian y podamos conocer qué falló para que se hundiera de forma tan rápida.
Además, como el capitán del barco es inglés, sustentado por un impresentable título de Master Sailor, que en el mundo anglosajón de la mar se puede comprar por 2000 libras, y la compañía que prestó los servicios de contratación de la tripulación, Camper y Nicholson también es británica, así como la aseguradora de la nave, todo queda en casa, y se ven en la obligación de proteger a los suyos. Por ello, desde el principio de este lamentable naufragio, han tratado de echar la culpa al astillero italiano que lo construyó, excluyendo de responsabilidades a toda la banda de incompetentes que tripulaban el velero, hundido por una u otra razón, que no conoceremos hasta que el barco salga a la superficie, aunque hay claras pistas de lo que sucedió y testimonios muy cercanos de gentes que estaban allí.
Es inaudito que emitan unas conclusiones sin saber nada en concreto del accidente, basándose en un refrito de los miles de artículos iletrados que se han publicado durante los nueve meses desde que se produjo el naufragio de este mega yate británico, propiedad de una compañía con sede en las Islas de Jersey, paraíso fiscal británico, registrado a través de una sociedad cuyas acciones son de la propiedad de la esposa del informático Mike Lynch, que murió en el naufragio junto a su hija y otras cuatro personas.
La actuación de esta investigación privada tiene para mí el mismo valor interesado y torticero como la mayor parte de los informes de la OMI, con sede en Londres que, aunque es un organismo dependiente de Naciones Unidas para regular el tráfico mercante, está dirigido por los países del tercer mundo que tienen más petroleros, gaseros y cargueros registrados en sus aguas, tales como Liberia, Bahamas, Bermudas, Panamá, y otros similares.
De nada les han servido a estos piratas modernos las fotografías sacadas por la TV Italiana Cuarta República, de Mediaset, en la que se ve al barco prácticamente boca abajo, por lo que es estúpido suponer que los buzos están cortando el palo antes de extraer el velero. EL PALO YA ESTABA PARTIDO ANTES DE NAUFRAGAR. Lo que sucede es que hay que CORTAR todos los OBENQUES, los estay de proa, al menos tres, las drizas, y todos los cables que llevaba por su interior el palo, antes de lograr izar el velero sin esa pesada e incómoda carga.
Tampoco les ha valido la opinión del único testigo, el capitán de una goleta de madera de mucho menor eslora, fondeada a escasos metros del Bayesian, cuando dijo: EL PALO CAYÓ Y APLASTÓ LA CUBIERTA. Por eso no se pudo rescatar a los seis fallecidos, que quedaron atrapados en sus camarotes, sin que se pudieran abrir las puertas de los mismos.
Ni las fotografía en la que podemos ver DOS GRADES AGUJEROS en su línea de flotación de la banda de estribor.
Nada de esto importa ni lo tienen en cuenta: solo hay que salvar de responsabilidades a los suyos, en la falaz pretensión de que todos queden eximidos de sus grandísimas responsabilidades, con seis muertos en la tragedia
Es indecente y delictivo tratar de influir en una investigación de la justicia italiana, que es la única que tienen competencia para investigar y determinar con sus peritos qué sucedió. Lo otro es manipulación, algo a lo que los británicos están muy acostumbrado con sus medias verdades, sus presiones encubiertas, y esa diplomacia de guante blanco para esconder a los mayores piratas del mundo occidental. Lo increíble es que algunos medios de comunicación den voz a sus disparates; más aún si son publicaciones españolas que nada se juegan en el asunto: o sí.