LA PATÉTICA PRUEBA DEL ESTADO

Publicado por pipesar | Categoría Odyssey | Fecha 24-08-2013

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El Vicealmirante D. Teodoro de Leste acaba de publicar en la Revista General de Marina -Julio 2013-, la carta de navegación en la que se basó el Gobierno Español para asegurar que el patrimonio robado por Odyssey Marine pertenecía a la fragata de guerra española Nuestra Señora de las Mercedes. Y, es de suma importancia este extremo, para demostrar una vez más los mangoneos y connivencias políticas que rodearon a este asunto desde 1998, fecha en la que llegaron los piratas a nuestras aguas.

En el documento, anotado de su puño y letra, aparecen las fechas en las que, según dice el AIS -sistema de identificación radio de buques-, localizó a los barcos de los piratas, el Odyssey Explorer y el Ocean Alert, navegando por una zona próxima al lugar donde fue hundida la fragata por los ingleses. Textualmente, da como buenas las fechas del 16 al 30 de marzo para las navegaciones del Ocean Alert; dato, absolutamente falso, como puede demostrarse en la documentación del AIS que adjunto, en la que se aprecia que en esos días ese barco estaba en el Mediterráneo o en Gibraltar.

Respecto al segundo, al único que llevaba un robot capaz de bajar a la profundidad que hay en ese lugar, el Odyssey Explorer, anota que estuvo en esas aguas desde el 17 de abril al 12 de mayo, y tres días entre el 25 y el 27 de marzo. Y yo me pregunto ahora como lo hice entonces: Cómo pudieron tomar las FOTOS  que adjunto, y que entregaron a España durante el pleito, cuyas fechas visibles en la parte izquierda de las mismas son  3 y 9 de abril de 2007, si en esos días ambos barcos no estaban en la zona y permanecían atracados en Gibraltar?

Un sorprendente milagro, como otros tantos que los políticos que se relacionaron con este triste asunto trataron de hacernos creer.

Al ver ahora el documento que España presentó ante la Justicia Norteamericana, y que tanto escondieron, me reafirmo una vez más en la buena fe de unos magistrados que solo prestaron atención a los tratados firmados con nuestro país, en vez de mirar los PATÉTICOS argumentos de una panda de indocumentados en el asunto, que solo supieron mostrar arrogancia y soberbia, en lugar de escuchar a quienes de verdad llevábamos años trabajando de forma gratuita en defensa de nuestro patrimonio.

La triste historia marítima de nuestro país se hace todavía más penosa cuando los que deberían ser sus defensores más acérrimos se alían con una impresentable clase política ávida de poder y riqueza, que también acaba corrompiendo a funcionarios y servidores públicos, haciéndoles ver las cosas sólo en función de sus intereses.