BOGART El marino de Hollywood

Publicado por pipesar | Categoría Pipe Sarmiento | Fecha 14-03-2022

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El célebre actor empezó a navegar con su padre, médico de profesión, por el lago Canandaigua, en el estado de Nueva York, en su velero Comrade, con el que dijo había pasado los mejores momentos de su juventud. Su madre era una ilustradora muy famosa que apenas dedicó tiempo a sus tres hijos, lo que acentuó la forma de ser huraña de Humphrey. Según diría uno de sus hijos, era un ser frío incapaz de mostrar afecto y adicta al alcohol. Un día el joven actor encontró a sus padres tumbados en el jardín de la casa inyectándose algo, y Humphrey no paró hasta saber que era morfina, y que se la ponían a menudo para evadirse.

Con quince años le sucedió una anécdota digna de mención: estaban en el jardín de la casa, cerca del embarcadero donde amarraban el barco, cuando una motora se acercó a toda velocidad: de ella bajaron a un hombre inconsciente al que su padre le hizo todo tipo de maniobras médicas para reanimarlo. Tras la angustia del primer momento, lo llevaron a la casa y lo tumbaron en una cama. Al cabo de unas horas despertó y Humphrey escuchó a su padre decir en voz baja,

-Buenos días senador

Era quien más tarde sería presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt, del que sus adiciones se lograrían mantener en secreto. Franklin pidió a la familia Bogar que no contaran lo sucedido; pero el suceso hizo mella en Humphrey, hasta el extremo de asegurar con solo 18 años,

-Nunca creeré lo que dicen  los mayores.

Las adiciones a las drogas de sus padres los llevaron a la ruina, y a Humphrey le expulsaron del prestigioso colegio Phillips Academy. Poco después se enroló en la Marina donde ocupó el puesto de timonel en un trasporte de tropas hasta junio del 2019. En ese periodo fue cuando le hicieron el corte que aparecía en su labio superior cuando un prisionero trató de escapar, cosa que Hollywood ocultó con maquillajes.

Entre 1925 y 1928 se casó con dos actrices; había empezado a trabajar con un productor de teatro en Nueva York. Con la llegada del cine hablado se mudó a California para interpretar trabajos de actor en varias películas de tercer orden que pasaron desapercibidas. Sin embargo, a partir de 1935 se ganó la reputación de hombre duro, siempre con la barba sin afeitar y hablando entre líneas, lo que le valió un lugar en la meca del cine

Es 1937 eran muchos los actores que tenían un barco de vela, por lo que empezó a navegar en un Dyer Dinghy, un pequeño barquito de tres metros de eslora que podía izar una vela de seis metros cuadrados. Los veranos regresaba a la costa Este, y se hizo socio del Newport Harbor Yacht Club. Compró un Albatros 21 al que puso de nombre Slug Nutty; tenía siete metros de eslora y 20 metros cuadrados de vela. Con el se mostró como un duro competidor que protestaba por todo y siempre en contra de las reglas de regata, lo que le dio muy mala fama entre los regatistas.

En 1941 rodó el Alcón Maltés y, al año siguiente, Casablanca con Ingrid Bergam, lo que lo elevó al cénit de su carrera. Durante la II Guerra Mundial se embarcó en el cuerpo de Guardacostas, donde inmortalizó la frase:

-Soy un actor que navega, no un marino que actúa.

En 1945 compró un espléndido Yawl de 55 pies al que puso por nombre Santana, en honor al fuerte viento que sopla en California llamado Santa Ana. Es un diseño de Olin Stephen que realizó cuando solo tenía 26 años. El barco había participado en la Transpac de 1936, y ocupando la primera posición en la regata a Bermudas de 1938. Para poder llevarlo, se hizo con los servivios de un patrón profesional llamado Carl Petersen. Hoy el Santana sigue navegando en las regatas de clásicos espléndidamente restaurado.

En él lograría navegar durante varias semanas al año, entre rodaje y rodaje. Su mujer, Lauren Bacal, le solía acompañar pero, como se mareaba, dejó de hacerlo. Es famosa una travesía que hizo a la isla Catalina junto a David Niven, Frank Sinatra, Richard Burton y Spencer Tracy en la que se corrieron todo tipo de juergas, y que se hizo eco en varias publicaciones. Bacal les llamaba la pandilla de las ratas.

Otra anécdota que denota su duro carácter fue cuando Bogart llegó al Club de Yates de Nueva York con el patrón de su barco, Petersen, y el comodoro del club se le acercó para decirle que su amigo no era del Club y que tenía que irse. Bogart le respondió que era su invitado y que iba corectamente vestido; a lo que el comodoro insistió que debía marcharse; entonces, tomó una servilleta de una mesa y escribió en ella:

“El que firma Humphrey Bogart se da de baja de este Club cuyo comodoro es un imbécil y un pretencioso hijo de puta: es una cueva de republicanos repugnantes”

Más tarde quiso participar en la regata los Ángeles a Honolulu, pero el rodaje del Tesoro de Sierra Madre se alargó y no podría participar.

Una de las cosas que más odiaba era que le dijeran que era un buen marino para tratarse de un actor. Él aseguraba que amaba la navegación, la brisa, el aire puro y todo el ambiente que rodeaba a la mar. Sobre todo, decía, “para estar lejos de los chupa sangres de Hollywood”.

En una entrevista para Life dijo:

“Solo tengo un complejo de inferioridad en mi vida y es no ser mejor navegante y marino. Sin mi gente a bordo sería incapaz de hacer una buena regata, pues me pongo en exceso nervioso y meto la pata”

Solía decir: “la vela ha iluminado toda mi vida”. Bogar fue un actor que participó en 80 películas a cual de ellas más taquillera. En 1956, en una regata, empezó a toser con fuerza y se le diagnosticó un cáncer de faringe. Haber sido un fumador y bebedor compulsivo le llevó a ese desenlace. Tras varios tratamientos infructuosos, un día pidió a su amigo y patrón del Santana que quería salir a la mar. Zarpó con sus tripulantes más queridos: Petersen contaría:

“Teniamos un brisa ligera y navegamos a un par de millas de la orilla. Bogi observaba desde la bañera la mar sin decir palabra mientras Carl y yo maniobrábamos el barco también en silencio y de la mejor manera que podíamos para que lo sintiera navegar. Sabíamos que esta iba a ser la última vez que navegaría en el barco que tanto amaba”

Bogart murió en los brazos de Lauren Bacall el 14 de enero de 1957. El director John Huston fue el encargado de leer su epitafio ante más de 3.000 personas: dijo,

“Bogi amó la vida, la familia, sus amigos, su trabajo y su barco, hasta el último instante de su vida. Acababa de pintar su velero como esperando seguir más tiempo entre nosotros. Stephen, su hijo, ha heredado de Bogie el amor por la mar y debe seguir su singladura, heredada del amor por la mar de su padre. Cada vez que pasaba unas semanas navegando, regresaba al trabajo con nuevos bríos”

En sus memorias, Laurent Bacal dijo:

“Nunca he sentido celos de ninguna mujer que se acercase  a Humphreys; solo he sentido celos de su barco Santana”

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VILLA DE PITANCHO Corsarios en Terranova.

Publicado por pipesar | Categoría Pipe Sarmiento | Fecha 27-02-2022

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VILLA DE PITANCHO, UN NAUFRAGIO EN TERRANOVA

Como en los accidentes de los petroleros y de otros barcos los periodistas y las autoridades se quedan solo en los aspectos humanos del naufragio, en las víctimas directas, pero no suelen entran en las causas; y no lo hacen porque los medios no tienen especialistas que sepan y expliquen por qué se produjo, y si se podía haber evitado; y a las autoridades les conviene esa sucesión de hechos para ocultar sus muchas carencias. Por ello, los naufragios seguirán dándose con tozuda repetición hasta que las propias empresas armadoras eleven sus niveles de exigencia, y no sigan amparados, como de hecho han estado siempre, en unos ministerios de Pesca y Fomento dispersos y de controles mínimos.

Cuando el 24 de febrero el marinero de Ghana Samuel Kwesi, uno de los tres sobrevivientes, dijo que estaba en la balsa salvavidas en pantalones baqueros, tal como podemos ver en esta fotografía suya, a la gente de mar se nos pusieron los pelos de punta pues, los navegantes deportivos cuando hace mal tiempo, nada parecido a lo que ellos se enfrentan, nos equipamos con ropa de altas prestaciones para el frío; incluso, con trajes de supervivencia de uso común entre los marinos que faenan en zonas donde la dureza extrema de la mar los debería hacer obligatorios.

No es comprensible que una empresa que factura millones de euros y que genera grandes benficios no gasten unos miles en estos equipos para sus tripulantes, sobre todo porque han de trabajar bajo cero y, como en este siniestro, si deben embarcar en los botes salvavidas, sabedores que estarán a temperaturas extremas al menos el tiempo que tarden en socorrerlos. Con un traje de supervivencia no se hubieran congelado los nueve cadáveres recuperados de las dos balsas. Menos comprensible todavía es que la Dirección de Pesca y Fomento no los hayan exigido antes de despacharlos en las capitanías marítimas.

En sus primeras declaraciones el patrón ha dicho que se paró el motor cuando viraban el aparejo de pesca, con lo que reconoce que estaban pescando con semejante mar.  Lo más seguro es que las líneas de la red se enredasen en la hélice por la conjunción de una ola y la guiñada del barco, dejando a la embarcación frenada e indefensa ante las enormes olas que la alcanzaban. Sin máquina, se atravesó a la mar y volcó. La defensa en estos  temporales es la máquina, que sujeta al barco contra las masas de agua y, a poca velocidad, mantener proa a las olas. Sin embargo, cuando pescan, la tracción que hace el descomunal aparejo en forma de red que hay bajo el agua hace de boya, y sin motor, tira del barco hacia atrás, lo atraviesa, lo inunda por popa y lo vuelca.

Lo grave, lo preocupante y estúpido es que un patrón de pesca de tanta experiencia siga faenando con semejante mar poniendo en peligro a la tripulación. Escuchamos decir al hermano de uno de los fallecidos peruanos en televisión que nadie quería navegar con él, pues era un imprudente, y nunca dejaba de pescar aunque la mar le estuviese diciendo lo contrario.

Pero en la mar las machadas se acaban pagando muy caras, y ahora este tipejo tendrá que vivir con veintiún muertes a sus espaladas. El barco lo pagará la aseguradora, y para que lo haga, habrá un pacto de silencio entre los tres supervivientes, de lo contrario, y si como parece, fueron imprudentes pescando con semejante temporal, podrían perder el derecho al seguro. Y desde el Servicio de Vigilancia Pesquera, convenientemente aprovisionado de jefes gallegos del mundo de la pesca, dirán que ellos solo ven dónde está cada barco por orden de la Cominidad Europea, que sigue cerrando el círculo sobre estos privilegiados que se escudan en una dureza real para vaciar los mares al ritmo de los adelantos tecnológicos.

Así que, nunca sabremos la verdad. Y este tipos de patrones corsarios que cobran fortunas según resultados seguirán poniendo en peligro la vida de estos pobres desgraciados que solo ven en la mar la única forma de subsistir por poco más de 1500 euros, encerrados en una cárcel de hierro, sin convenio, trabajando las 24 horas del día durante meses, en peligro evidente y muy mal pertrechados.

Recordarán el naufragio del Monte Galiñeiro en 2009, en el que, de milagro, se salvaron sus veintidos tripulantes en dos balsas similares a las del Villa de Pintancho, y la investigación que abrió el Gobierno Canadiense, pues su capitán aseguró que se hundieron por la explosión de su máquina. Sin embargo desde el guardacostas canadiense no se vio un ápice de humo cuando estuvo a su lado para socorrer a su tripulación. Luego conocimos que también estaban pescando aunque en este naufragio la mar era buena; pero quedó el tufo de un parón de la máquina al virar el aparejo, enredar su hélice, que bloqueó el eje y lo partió y, cuando vieron llegar al guardacostas para revisar su carga y aparejo, dejaron hundir al barco herido ya de muerte, pues la multa por pesca ilegal tras la Guerra del Fletán puede ascender a más del valor del barco; y como la aseguradora en España pagará al armador la nave, podrán armar uno nuevo, y todos contentos.

La pesca gallega siempre fue un juego de trileros de mucho nivel en el que sus representantes en el Ministerio lograron incluso que cuatro barcos de la Armada que pagamos todos los españoles se dedicaran exclusivamente a protegerles de los miles de incumplimientos que han venido haciendo desde hace muchos lustros. ¡Es el pan de nuestros hijos! fue hasta hace muy poco el pobre argumento de una industria millonaria y unas gentes atascadas en los sententa del siglo pasado, aunque de hecho sus dueños pertenezcan a las grandes fortunas.

La avaricia, la estupidez, la crueldad y la connivencia con el Estado para que no sepamos nunca lo que pasó son las claves de esta tragedia.

LA FORTUNA Y PIPE SARMIENTO

Publicado por pipesar | Categoría Odyssey | Fecha 04-11-2021

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La serie de Amenábar, la Fortuna, nada tiene que ver con el caso Odyssey; solo es una ficción movida por los de siempre para ocultar lo que pasó, y su director cayó en la trampa que ya había puesto en marcha en 2006 y 2007 El País, convirtiendo una fantástica aventura en una historia amañada en la que los protagonistas son lo que nunca hacen nada; los que temen las consecuencias de todo acto diferente a salirse del guión oficial para seguir en la poltrona más tiempo. Yo hubiera apostado por un protagonista PERIODISTA, que fueron los verdaderos héroes de esta lamentable historia, y la lucha que mantuvieron con políticos y funcionarios para que, como siempre, no ocultaran la verdad.

Sin ellos y el escándalo mediático que ocasionaron jamás España habría demandado a los piratas en los Estados Unidos, lo ha dicho el único funcionario que hizo su trabajo, como fue Cesar Antonio Molina, que fue ministro de Cultura entre 2007 y 2009, y que se empeñó en reclamar lo que era nuestro, como por otra parte de hacer todo ministro que se precie. Pero lo cesaron con rapidez cuando empezaba a cercarse a la verdad, por lo que fue otra víctima más en este escándalo iniciado por los sucesivos gobiernos de nuestro país, que trataron estos asuntos con una desidia, incultura y criminalidad sin precedentes. Ha dicho:

“El expolio fue permitido por el Estado de alguna manera.En el consejo de ministros había una indiferencia generalizada; tres o cuatro ministros se pusieron en contra. Nada de Nada. Les importaba tres pimientos. No tuve el apoyo de nadie. Les daba igual, molestaba. Este expolio no le importaba a nadie. En la primera semana ya advertí que alguien saboteaba el caso desde casa. Es una vergüenza que nadie se haya molestado en seguir la demanda del juzgado de la Línea”

El deformar la figura de mi persona convirtiéndola en un marginal es porque estos idiotas acomplejados no pueden entender que un profesional liberal como yo, que navega en su velero y vive en Sotogrande, pueda ser alguien comprometido con su país, descendiente de grandes marinos de nuestra Armada, que está dispuesto a emplear su tiempo y dinero en una causa que, sobre todo, pretende que se protejan nuestras costas y que no se profanen las tumbas de agua en las que se convierten los pecios. Ellos, lo único que saben de la mar y la vela son las estupideces de los programas del corazón que exclusivamente hablan de lujo y glamour respecto a la náutica. Así que, para situar al que comienza todo esto, deben convertirlo en un marginado, facha, entrando en todos los tópicos existentes entre esas clases envidiosas y malvadas que hoy están haciendo tanto daño a nuestro país, porque, respetando que piensen como quieran, ellos no lo hacen con los que lo hacemos de distinta forma, y pretenden imponernos su cutre y marginal vida repleta de bajezas morales, sociales, y una falta de la s elemental educación que, en definitiva, es lo que nos permite convivir a los seres humanos

Para terminar decir que es grosero que un director de cine juegue con las cosas sin saber nada de ellas; más, cuando algunos padecimos en soledad los brutales ataques del Estado con querellas criminales, inspecciones fiscales y persecuciones de verdad.

Por eso, la Fortuna, en realidad, es una desafortunada desinformación, que se ha dejado llevar por las opiniones de todos los bobos que les instruyeron, y por un TEBEO escrito con revancha y odio de clases, tan propio de nuestra sufrida Piel de Toro, que, a la postre, no nos deja avanzar.

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Publicado por pipesar | Categoría Pipe Sarmiento | Fecha 26-10-2021

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LA FORTUNA Y PIPE SARMIENTO

Publicado por pipesar | Categoría Sin Categoría | Fecha 17-10-2021

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No se puede hacer peor: ni tampoco se puede contaminar más a una población; la serie de Amenabar la Fortuna, basada en el caso Odyssey, es, solamente, una exaltación del funcionariado que, según él y sus asesores, fueron el eje principal para resolver  a nuestro favor el expolio practicado por Odyssey Marine Exploration; y esto, es lo más alejado de la realidad. El caso Odyssey lo inic¡amos mi mujer Magdalena y yo desde nuestro velero de una forma casual, tras 8 años de denuncias escribiendo artículos en todos los medios de comunicación. Los funcionarios de Cultura jamás movieron un dedo para ayudarnos; sino todo lo contrario. pusieron todas las trabas que pudieron, no vigilaron lo que debían y dieron unos rocambolescos permisos a piratas. Como consecuencia de ello, Odyssey expolió nuestro patrimonio por todo el mar de Alborán, entre Málaga y Ceuta, llevándose los objetos de muchos barcos hundidos en esas aguas. La serie es , por tanto, un nuevo acto de propaganda oficial del caso, llevado entre bambalinas por los verdaderos culpables del expolio. Y cuando también destapamos el robo desde Gibraltar, y para ocultar los 9 años de los barcos en el Mediterráneo con sus permisos oficiales, se agarraron con fuerza a la fragata Mercedes, hundida en aguas portuguesas del Algarbe queriendo tapar sus responsabilidades. Todo este caso no hubiera necesitado de héroes de ninguna clase con haber cumplido la Ley. Los verdaderos heroes de este asunto fueron los periodistas que, con su gran clamor mediático obligaron a los políticos de turno a encargar la defensa del barco expoliado, fuese el que fuese, a un bufete norteamericano, que hizo bien su trabajo y logró que nos devolvieran lo robado. Las aventuras que todos esperaban en la serie la Fortuna y no llegaron, solo las vivimos nosotros cuando nos hacíamos a la mar para fotografiar los barcos de los piratas y tener pruebas de sus expolios. También, cuando la Guadia Civil , a instancia de los políticos, nos puso dos querellas criminales por violación de secretos para callarnos la boca, cosa que no consintieron nuestros profesionales jueces de instancia que vieron los casos. O cuando por las noches navegábamos hasta su posición para cazarles con el robot en el agua, que escondían cada vez que la Guadia Civil de la Mar se acercaba a ellos. En fin, una tragedia para España que solo premia a los mediocres y los hace crecer para que no se note el trabajo de los que de verdad persiguen las causas injustas en defensa de los derechos de todos los españoles. Hoy ya no está de moda ni siquiera el denigrado patriotismo, aunque algunos, los que llevamos en nuestras venas la  sangre de muchos miembros de la Aramada, algunos de los cuales están enterrados bajo el agua tras un naufragio, nos duele más. Algo que los hipócritas anglosajones llaman barcos con tesoros.

TUMBAS DE GUERRA

Publicado por pipesar | Categoría Pipe Sarmiento | Fecha 21-08-2021

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DIEGO SARMIENTO CONDE DE SALINAS

Publicado por pipesar | Categoría Pipe Sarmiento | Fecha 23-06-2021

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DIEGO SARMIENTO conde de Salinas y Ribadeo, mayordomo del Rey y Capitán General de la frontera con Navarra y Francia en el siglo XVI.

En otro artículo de un profesor de la Rioja y un libro escrito por un profesor de la universidad del País Vasco, sus autores dicen:

“Bandolerismo por parte de la familia Sarmiento en Miranda de Ebro en el siglo XVI”

“Los Sarmiento eran pequeños nobles que ascendieron con los Trastamara en el siglo XV y XVI”.

En cuanto al primer artículo, solo decir que es nauseabundo que un tipo que dice ser profesor pueda verter tales afirmaciones por el contenido de unos papeles escritos por los enemigos de los condes de Salinas, cuando éstos debían cumplir las órdenes que les daban sus reyes para proteger la villa; eso sí, todo a costa de su bolsillo; desde las armas hasta la manutención de la población cuando eran atacados y debían refugiarse en esas fortalezas que decían no había que construir. Es verdad que estos nobles que trabajaban para los reyes no eran unos santos, pero tampoco unos canallas.

En cuanto al segundo, nada puede ser más lejano a la realidad de la historia, pues los Sarmiento fueron los descendientes de los Condes de Castilla en el siglo XI, se casaron varias veces con hijas de reyes y fueron los nobles más cercanos a la Corona desde el siglo XI, como lo atestigua muchos documentos de nuestros archivos nacionales.

Desde Diego Martínez Sarmiento de Villamayor, Conde de la Bureba, Mayordomo del Rey, Alférez Real y del Consejo de la Corona. Pedro Sarmiento, del que ya hemos dado cuenta, pasando por su hijo Rodrigo Sarmiento, y su yerno Diego Sarmiento de Villamayor, hijo de García Martínez Sarmiento de Villamayor que fue el ayo de Alfonso X el Sabio y mayordomo de la Reina Berenguela. El Rey Sabio le dedicó unos versos en los que le llamó “hermano·.(Querellas de Alfonso X)

Entre 1238 y 1305 viviría Diego Sarmiento y Sarmiento, que fue el Alférez del Rey y Repostero de Sancho IV.  Sus sucesores fueren García Sarmiento y Castilla, que se casó con Leonor López de Haro, hermana del fundador de Bilbao. Su hijo, el gran Diego Sarmiento y López de Haro, fue Adelantado Mayor de Castilla y de la Mar Océana. También, Merino Mayor de Galicia y Divisero del Rey, además de Teniente General y Canciller Mayor de la Vanda.

Se casó con María de Velasco, señores de Frías y futuros duques de Nájera, enterrados en la Catedral de Burgos. Le sucedió su hijo Pedro Sarmiento de Velasco, Adelantado Mayor de Galicia, Señor de Ribadavia, portador de la Vanda y Mariscal de Castilla. Vivió entre 1337 y 1384.

De él nacería el primer señor de Salinas, Diego Sarmiento de Velasco, cuyo nieto sería Conde de Salinas, antecesores de los condes de Gondomar, Salvaterra, de los Duques de Atrisco, Marqueses de Sobroso, Marqueses de Valladares, y los Marqueses de Mos. Su hermano, Pedro Sarmiento de Velasco fue el ascendiente de los condes de Santa Marta y Ribadavia.

Asi que, decir que los Sarmiento eran unos pequeños nobles de poca monta es ganas de decir majaderías, seguramente basadas en la ignorancia de la historia de España y en un cierto regusto amargo de nacionalismo provinciano que todo lo borra y cambia.

En ese mismo libro se dice también que Diego Sarmiento y Mendoza, primer Conde de Salinas, Capitán General de los Reyes Católicos, fue un canalla por derribar una pequeña ermita que había en el cerro más alto de Miranda del Ebro para construir una fortificación. Pero los documentos originales que acompaño demuestran que él solo cumplió una orden de los Reyes Católicos para preparar la invasión que se esperaba de los franceses ayudados por los navarros, que eran las fronteras que él tenía encomendadas.

También se dice que recibían demasiadas prebendas de los Reyes, pero lo cierto es que, cuando el Rey Enrique II otorgó el señorío de Añana a su sobrina Leonor Enriquez y Castilla en 1375 al casar con Diego Sarmiento de Velasco, no les cedió el mejor negocio que tenía la villa, la sal, cuyos grandes beneficios siguieron en manos de los Reyes. Casi dos siglos después los Reyes Católicos le dieron a Diego Sarmiento de Villandrando, III conde de Salinas, la explotación de las minas de hierro que había en Pancorbo. Lo hicieron para que fabricase cañones y armas con las que defender el Reino, tal como podemos ver en otra Cédula Real. LIBRO EL LINAJE Y ARMAS DE LOS SARMIENTO, LO PODÉIS BAJAR GRATUITAMENTE DE  SCRIBS.COM

Por eso es falsa la imagen que tratan de dar de los Sarmiento, unos buenos servidores públicos que durante  más de 500 años obedecieron a sus Reyes, y terminaron absorbidos por los aragoneses Duques de Hijar, al carecer de heredero varón, aunque tuvieron la obligación de usar el apellido Sarmiento durante 150 años para poder disponer del patrimonio de los condes de Salinas.

BERNARDINO SARMIENTO CONDE DE RIBADAVIA

Publicado por pipesar | Categoría Pipe Sarmiento | Fecha 19-06-2021

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BERNARDINO SARMIENTO conde de Santa Marta de Ortigueira, conde de Rivadavia, adelantado mayor de Galicia, del Consejo de los Reyes Católicos.

A pesar de lo que dice la Academia de la Historia, en la que un grupo de particulares emiten su opinión sobre lo que saben y sobre lo que no conocen, y a la que me dirigí para que cambiasen las publicaciones sobre los Sarmiento, emitidas por dos profesores sometidos al yugo de la política, no me hicieron el menor caso, y no tuvieron en cuenta los documentos originales que les envié. Así que, llamar Academia de la Historia a un chiringuito privado, esponsorizado por el Ibex 35, es decir mucho, pues ni hay imparcialidad ni permiten aportar documentación para coregir sus errores, como puede hacerse en las Instituciones Públicas.

Por ello, es muy fácil escribir sobre personas que ya no están y decir de ellos atrocidades cuando no pueden defenderse. Lo que ha llevado a que la historia de España esté contada, como se hace hoy, al amparo de prevendas, regionalismos, distinciones no ganadas, enchufes de alta intensidad, pero sobre todo de mediocres en su minuto de gloria, como por otra parte sucede en practicamente todo lo relacionado con lo que sucedió siglos atrás. En nuestro caso sin embargo y como descendientes directos y legítimos de Bernardino Sarmiento y Diego Sarmiento nos negamos a que un par de profesores revanchistas e historiadores de oído sin título alguno que lo acredite, se empeñen en hacer daño a una familia notable, descendientes de una de las más importantes sagas desde la formación de lo que hoy es España. Que fueron trascendentales en la Reconquista.

Sus antepasados, que son los nuestros, usaron ya el apellido Sarmiento al menos desde el año 1190 cuando Pedro Sarmiento luchó en la batalla de las Navas de Tolosa, siendo un destacado guerrero, y en la conquista de Sevilla junto al Rey Alfonso VIII, siendo su Mayordomo, u hombre por el cual pasaban sus finanzas y peticiones. Acompaño a esta nota parte de su biografía basada en documentos fidedignos de los archivos españoles, no la opinión de la mal llamada Academia de la Historia, que de forma pomposa trata de que la verdad solo sea lo que ellos escriben.

Sin embargo de nada les sirvió a esta gente las aportaciones de los más ilustres cronistas, que establecieron sus orígenes con claridad y certeza. El padre Gregorio Argaiz es quizás el más insigne de ellos, pues realizó una detallada biografía de nuestra familia que se remonta a los condes de Castilla y al monasterio de Oña. También son muy importante las aportaciones del gran historiador José Pellicer, cuando realizó en el siglo XVI otro concienzudo trabajo sobre los Sarmiento.

Pero, ¿ustedes creen que estos importantes trabajos realizados han servido para que semejantes”historiadores” al dictado de la política y el regionalismo más infame, se basen en ellos para conocer la verdad de nuestro apellido? Al contrario, los han obviado, y no han incluido ni un solo dato de los muchos que aportan estos documentos públicos guardados en los archivos nacionales; repito, no en la manipuladora y pomposa Academia de la Historia, que es un chiringuito de viejos amigos que se dan boato unos a otros. Los dos profesores que insultan constantemente a los Sarmiento se han dejado llevar por la demagogia y la estupidez, para degradar a nuestros antepasados sin prueba alguna. Qué casualidad que uno sea gallego, que hicieron la vida imposible a los Sarmiento Adelantados Mayores de Galicia, y otro vasco, como yo, pero que trabaja para la insoportables red clientelar del PNV a través de una institución por él controlada.

Tampoco los Archivos particulares de los Medinaceli y los Hijar han hecho nada por corregirlo pues, siendo las dos casas que se quedaron con los títulos y mayorazgos de los Sarmiento al carecer de sucesores varones, solo han protegido sus líneas originarias a pesar de que ambas casas nobiliarias eran y son muy inferiores en antiguedad e importancia a los Sarmiento: eso sí, se quedaron con nuestro patrimonio, y solo mantuvieron el apellido Sarmiento unos años porque así lo obligaba dos codicilos de los conde de Salinas y los Condes de Ribadavia. Abandonaron las sepulturas, los castillos y todo cuanto recibieron de los Sarmiento en los momentos que era necesario conservar su memoria.

En nuestra familia contamos con los precisos documentos que dejó nuestro bisabuelo Gerónimo Sarmiento, Maestro Nacional e Historiador, que dedicó gran parte de su vida a profundizar sobre nuestra familia. Además, los archivos nacionales y bibliotecas públicas del Estado están repletas de documentos que así lo acreditan.

En el libro el Linaje y Armas de los Sarmiento, que acabo de actualizar y completar, podemos ver esos documentos y las pruebas sobre la verdadera historia de uno de los tres o cuatro apellidos más antiguos de España. Y no lo hacemos por vanidad, sino porque no es cierto practicamente nada de lo que cuentan estos profesores, si se les puede adjuntar tan importante profesión. EL LIBRO EL LINAJE Y ARMAS DE LOS SARMIENTO LO PODÉIS BAJAR GRATUITAMENTE EN SCRIBS.COM

TRAS LAS HUELLAS DE PAUL Y VIRGINIA

Publicado por pipesar | Categoría Sin Categoría | Fecha 19-03-2021

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TRAS LAS HUELLAS DE PAUL Y VIRGINIA

En 1787 la sociedad europea se conmocionó con un libro titulado Paul y Virginia, escrito por el francés Bernardin de Saint Pierre. Trata de la historia de amor de dos jóvenes de Isla Mauricio que habían compartido niñez. Sin embargo, cuando crecieron, y al pertenecer a distinta clase social, el padre de Virginia no permitió que Paul, mulato, cortejase a su hija, y la mando a estudiar a París, dejando a su amado sumido en la aflicción. Sin embargo ambos lograron mantener su amor.

Tras ocho años de ausencia Virgina anunció a Paul que en marzo regresaría a Mauricio en el bergantín Saint Géran. La espera se haría muy larga debido a los tres meses de escalas que hacía la nave.

El 17 de agosto de 1774, cuando la noche caía sobre los trópicos, el Saint Géran navegaba en la oscuridad. La mar estaba bella. La luna rielaba en el cielo, y las olas se movían con cadencia. De pronto, el vigía  gritó: ¡Virar!  Acababa de ver a proa la espuma de un arrecife. El capitán mandó al timonel cambiar de rumbo, pero la orden llegó tarde y no pudo evitar la colisión contra un arrecife. De las 200 personas que iban a bordo sólo se salvaron nueve.

Paul pasó la noche esperando la llegada del barco. Al alba, vio las siluetas de unos náufragos caminando por la playa. Tras comprobar que viajaban en el Saint Géran y que Virginia no estaba entre ellos, intuyó su muerte.

A pesar de ello, durante las semanas siguientes rastreó la costa entre los peligrosos arrecifes en un pequeño bote, pero su empeño fue vano. El Saint Géran había desaparecido. Meses después murió de tristeza.

Pero, ¿qué hay de verdad en esta narración? Los datos históricos dicen que en marzo de 1774 un bergantín de nombre Saint Géran zarpó  de Lorient con destino a isla Mauricio. A bordo viajaban doscientas treinta personas.

En 1783 el abad de la Caille, astrónomo y cartógrafo, fue enviado por la Corona a Mauricio para trazar las cartas náuticas de Mauricio. Cuando publicó el trabajo, se pudo ver cómo en el ángulo superior derecho había escrito Paso del Saint Géran. A las preguntas sobre el por qué de ese nombre respondió que allí naufragó un barco con ese nombre.

Tres años después Bernardin de Saint Pierre, un joven ingeniero, llegó a Mauricio para estudiar emplazamientos militares en base a la carta náutica del abad de la Caille, y se fijó en el paso Saint Géran. Los isleños le contaron su historia y la utilizó para escribir la novela Paul y Virginia, que logró una enorme repercusión en Europa.

En 1966 unos pescadores de Mauricio descubrieron los restos de un navío sobre la barrera de coral del Paso del Saint Géran. Hallaron cañones, anclas y una campana de bronce con la inscripción en francés, “pertenece a la Compañía de Indias”. También monedas de plata de 1742.

Un grupo de buceadores decidió investigar en los archivos de la Marina Francesa donde encontraron los testimonios de los nueve sobrevivientes del naufragio, y contrataron al cazatesoros Robert Marx y a la televisión francesa como patrocinadora de una expedición.

La profundidad donde se encontraban los restos era de solo seis metros por lo que las olas les dificultaron el trabajo. Lo primero que desenterraron fue un gran recipiente, un candelabro de bronce y miles de balas de fusil. Además, rasparon diversos trozos de madera donde apareció grabada la palabra Saint Géran.

Los meses posteriores encontraron objetos de toda índole: botones, hebillas, monedas de plata, botellas y recipientes de perfume. Pero el hallazgo más emocionante fue un anillo de mujer con un topacio engarzado: tenía una inscripción que decía, Virginia.

Un miembro de la expedición voló a París para investigar. Durante varias semanas se introdujo en la vida del escritor Bernardin de San Pierre a través de sus cuadernos de viaje que su familia había conservado. En uno detallaba su viaje a Mauricio en 1786. Decía:

“He investigado la lista de los pasajeros que embarcaron en el Saint Géran, y he encontrado una mujer de parecidas características a las de la protagonista del relato que me propongo escribir. Se llamaba Virginia; debía tener unos veinte años. La Compañía de las Indias se negaba a darme la lista, pero les he dicho que estaba realizando un estudio sobre un pariente desaparecido, que podría haber sido pasajero del buque. La lista es pequeña, separada de la asignada a la tripulación. Apenas vienen reseñadas características de las personas embarcadas: nombre, apellido, sexo y edad”.

Pero ahí no terminaron los descubrimientos; cerca de donde habían estado excavando apareció un pequeño cofre: en su interior había monedas de oro y plata y las piezas de un tocador de plata que llevaban grabadas la letra V: ¿Podría tratarse de Virginia?

Al hacer el reparto de los objetos con la administración de la Isla se entabló una discusión para decidir quién se quedaba con el anillo y las piezas de tocador, pues los duros buceadores se habían imbuido tanto en la novela que habían trabajado más para conocer la verdad de la historia que por la  recuperación de los restos de la nave.

El historiador que descubrió las notas de los cuadernos de Bernardin trabajó en los archivos locales de Port San Luis intentando esclarecer quién era la misteriosa pasajera de nombre Virginia. En la iglesia encontró una partida de bautismo fechada en 1721, que confirmaba que en la época del naufragio esa mujer tendría veintitrés años.

También aclaró que Virginia era la única hija del gobernador de la Isla: un viudo que pidió un destino en ultramar para olvidar la muerte de su mujer en el parto de su hija. Constató que llegó a Mauricio con un bebé, asistido por dos servidores bretones. Bautizó a su hija con el nombre de su madre, Virginia, y cuando cumplió trece años la mandó a París para que se formase.

La bibliotecaria le dijo que la razón por la que el gobernador mandó a su hija a París fue para apartarla de un chico de color con el que mantenía relaciones desde niña. Consta también en los archivos de la Isla que el gobernador se suicidó al enterarse que su hija había fallecido en el naufragio del Saint Géran.

-También se dice -continuó la bibliotecaria-, que el amigo mulato de Virginia se quitó la vida tras la infructuosa búsqueda de su amada.

Realidad y ficción se convierten en una fina línea difícil de superar. Por eso los naufragios no sólo son burbujas en el tiempo en las que es apasionante bucear. También cuentan la historia de los pueblos. A veces, como en éste, sirven para establecer los eslabones de una doble tragedia: el naufragio de un barco y el fin de una tierna historia de amor.

Publicado por pipesar | Categoría Sin Categoría | Fecha 23-02-2021

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FRANKLIN DELANO ROOSEVELT

El Presidente navegante

Fue Presidente de los Estados Unidos entre 1933 y 1945. Apasionado de la vela a pesar de padecer polio y no poder caminar desde los 39 años, fue un consumado marino que pasó la mayor parte de su tiempo libre en la mar.

Empezó a navegar desde muy niño en Campobello Island, en el estado de Maine. Sus antepasados estuvieron muy unidos a la mar, hasta el extremo que su tatarabuelo acompañó a Hudson en el descubrimiento del río que lleva su nombre. Su abuelo fue propietario de una flota de clíperes que transportaron té desde China. Y su bisabuelo se dedicó a la caza de las ballenas. Por ello, Franklin llevaba la mar en la sangre.

Fue hijo único. Cuando tenía nueve años su padre compró una goleta de 15 metros a la que puso de nombre Half Moon; el barco permanecería muchos años en la familia. El pequeño Franklin dio en ella sus primeros pasos como navegante y aprendió a desplazarse sobre el agua en los reparos de corriente más duros de América.

Con solo catorce años ya había realizado nueve travesía del Atlántico con su familia en los trasatlánticos más grandes de la época con destino a Francia y Alemania. Cuando cumplió los diecinueve su padre le regaló un velero: un yawl de 6,20 metros con el que navegó por Campobello acompañado por sus amigos, algunos descendientes de los indios originarios de Maine.

Al acabar los estudios de secundaria quiso entrar en la academia naval de Annapolis, pero su padre no lo permitió, obligándole a ir a la universidad  de Harvard como habían hecho todos los Roosevelt.

Con solo veintidós años ya era miembro del célebre New York Yacht Club. Y con veintitrés se casó con Eleanor con la que tuvo seis hijos muy seguidos. Ingresó sin ningún entusiasmo en un bufete de abogados, aunque  todos los veranos seguirá viajando a Campobello Island donde navegaba todo el día.

En 1910 fue elegido Senador por el Partido Demócrata del 26 distrito de Nueva York. Y en 1913 Secretario de Estado de la Marina en el gabinete del presidente Wilson. Siempre había defendido,

“La Marina es la primera línea de defensa de una nación: por ello hay que potenciarla y cuidarla”.

Modernizó los guardacostas y las bases navales, siendo recordado como el mejor ministro de Marina. Coleccionaba de forma compulsiva cuadros y maquetas de barcos que más tarde llevaría a la Casa Blanca, y que hoy están depositados en una fundación que lleva su nombre.

Compró un velero de 24 pies sin cabina al que llamó Vireo. En él introdujo a sus descendientes en la navegación. Su hijo James diría:

“Nuestro padre nos incitó a aprender a navegar y a amar la mar como él lo hacía. Era un marino muy notable que nos enseñó a navegar en competición limando las rocas, y a vencer a la fuerza de las corrientes con bordos y estrategias apoyadas en el viento y la anticipación”

Como a su mujer no le gustaba la vela solía llevar a bordo a su secretaria Lucy Mercer, con la que acabó liado, hasta que su esposa le amenazó con un divorcio que entorpecería mucho su carrera política. Sin embargo su madre logró un acuerdo por el que estarían separados de hecho pero aparecerían en público juntos.

En 1920 el partido Demócrata le nombró candidato a la Vicepresidencia de los Estados Unidos, pero perdió las elecciones. Tras el fracaso, dejó la política y se incorporó al despacho del millonario Van Lear Black de Baltimore. Éste tenía un barco de motor de 43 metros de eslora llamado Sábado. Desde su cubierta caería al agua en una salida de pesca, sufriendo una grave congelación: dos días después sus piernas estaban paralizadas. Le diagnosticaron polio, pero todavía hoy es un misterio pues, tras su muerte, su expediente médico fue destruido. En privado se movía en silla de ruedas, pero en público permanecía de pie sobre una estructura de hierro y caminaba apoyado en el hombro de un ayudante.

A pesar de sus limitaciones volvió a navegar en Florida acompañado por sus hijos a los que ordenaba desde el timón las maniobras con ímpetu militar. Una vez que cogía la rueda nadie podía notar que estaba inválido, cosa que escondía hasta extremos enfermizos.

En 1928 regresó a la política como Gobernador de Nueva York durante la Gran Depresión. Los Republicanos decían de él que era un “socialista peligroso”, pero lograría dar empleo a millones de norteamericanos con un gran plan de inversiones públicas En la Convención del Partido Demócrata le dijeron que no podía aspirar a ser presidente porque estaba impedido. Sin embargo logró el mandato y retó a sus detractores diciendo:

“La próxima semana salgo de crucero con mis cuatro hijos. James ha alquilado un velero de 44 pies. Haremos nuestra cocina, lavaremos los platos y nos bastaremos solos. Aprovecharé para nadar y descansar antes de la Campaña Electoral. Volveré en forma”

En realidad era un acto de campaña repleto de mentiras: empezando por el tamaño del barco y las millas que pensaban navegar, pero el tozudo Franklin no admitía que le compadeciesen.

En 1932 fue elegido Presidente de los Estados Unidos. Una de las primeras cosas que hizo en la Casa Blanca fue cubrir las paredes del Despacho Oval con cuadros de barcos. Hoy, la colección tiene 6.000 pinturas y 400 maquetas.

Tras sus primeros cien días de gobierno realizó un crucero a bordo de la goleta Amberjack II escoltado por dos barcos de guerra. Hasta entonces ningún Presidente de los Estados Unidos había navegado, sin embargo él logró alternar el trabajo con un sin fin de travesías por las aguas cercanas a Washington. Fue el primer Mandatario norteamericano en visitar Haiti y las islas Hawaii: lo hizo en barcos de la Armada, en los que disfrutaba mucho. También navegó por el norte de África y América del Sur en diferentes unidades de la Navy.

En 1936 embarcó con tres de sus hijos en la goleta Sewanna propiedad  de un abogado de Nueva York para realizar un crucero por su querida costa de Campobello Island, lugar de aprendizaje como marino. Cruzó el golfo de Maine en solo 36 horas, e hizo guardias como todos los demás. Escribiría:

“Este crucero me ha hecho revivir mis años de juventud cuando navegaba por allí en mis pequeños veleros. A bordo de esta goleta todo es mucho más fácil”

Sus amigos decían de él que no se comportaba como un yachman sino que lo hacía como un pescador de Main. Tras esta travesía no volvería a navegar en pequeños veleros dada la inseguridad que amenazaba al mundo con la llegada del nazismo y sus submarinos moviéndose en las proximidades de las costas, aunque siguió embarcando en el yate presidencial Uss Potomac, en el que firmaría grandes acuerdos. Le llamaba la Casa Blanca Flotante. Su frase marinera más famosa fue:

“En la mar me encuentro como en casa”

Fue uno de los Presidente de los Estados Unidos más influyentes, pues logró ponerse de acuerdo con Stalin para luchas contra Hitler, al tiempo que ayudaba a derrotar al nazismo y a los japoneses.