DE NUEVO LA SOMBRA DE ODYSSEY

Publicado por pipesar | Categoría Odyssey | Fecha 31-05-2013

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De nuevo se ha producido una expulsión de nuestras aguas de dos embarcaciones  cazatesoros por parte de la Armada, en coordinación con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Los barcos en cuestión, el Endeavour, hasta noviembre pasado Seaway Endeavour, al que cambiaron de bandera de Panamá a Togo para que no se siguiera su pista, y el Seaway Invincible, llevaban varios meses tanteando la zona para comprobar si nuestras autoridades salían a por ellos más allá del mar territorial -12 millas desde la costa-. Los pudimos fotografiar en zonas donde permanecieron varios años los diferentes barcos de la compañía Odyssey Marine. También se refugiaron ambos barcos en el fatídico puerto de Gibraltar, dada la cercanía a las zonas a expoliar y al buen trato que recibe en la Colonia cualquier enemigo de nuestro País. -Fotos adjuntas-.

Durante los prácticamente 10 AÑOS de navegaciones de Odyssey por esa misma zona del Mar de Alborán, España solo defendió las aguas jurisdiccionales cercanas, obviando la responsabilidad y los derechos que también tenemos sobre las siguientes 12 millas, -llamada Zona Contigua-, y la extensión hasta las 200 cuando se tiene espacio para poder medirlas, llamada Zona Económico Exclusiva; y así nos fue. Sin embargo, en el caso del Mar de Alborán, como la distancia entre España, Marruecos y Argelia apenas sobrepasa las 100 millas, por el sistema de Líneas Equidistantes, avalado por Naciones Unidas, nos repartimos 50 millas cada país. Así que, en esa parte del Mediterráneo ostentamos DERECHOS EXCLUSIVOS en las primeras 12 millas, en las 12 segundas, y sobre las 26 más que nos corresponden de Zona Económica.

La empresa armadora de los dos barcos, Hallstrom Holdings, esconde su accionariado tras la injusta opacidad del mundo naval en una dirección de Singapur.  Los diferentes armadores de los barcos son los mismos perros con distinto collar: Seaways Survey, Seaways Offshore, Hallstrom Holdings, etc. Vamos, que el mundo de la mar sigue permitiendo a los piratas esconderse detrás de múltiples trampas para así evitar responsabilidades personales. Y, esto, a pesar de los ingentes males que llegaron a España por la mar vía Urquiola, Mar Egeo, Prestige, Odyssey, y un largo etc.

En el reducido mundo de los robaperas submarinos, se conocen todos, se venden o alquilan datos y barcos, para hacer después criminales repartos de lo saqueado en paraísos fiscales. El barrido continuado que hizo Odyssey a lo largo y ancho del Mar de Alborán, no podía quedar en barbecho. Esa información era codiciada por todos los amantes de lo ajeno bajo las aguas, y por eso es más que probable que los datos captados por ello durante tanto tiempo y a lo largo de tantas millas sean ahora utilizados por otros.

Sin embargo, lo verdaderamente importante es que nuestras Fuerzas de Seguridad actúen como lo han hecho en este asunto, y no cambien su comportamiento cuando el nuevo politiquillo de turno decida mandar lo contrario, como sucedió en el robo masivo y continuado de los diferentes barcos expoliados por Odyssey, a los que nuestro Estado  colgó la falsa etiqueta de “fragata Mercedes” para no tener que responder de los diez años de desidia, responsabilidad y dejación de funciones, colmando a los de Odyssey con relaciones impresentables y permisos criminales, que nos llevaron al mayor ridículo de la historia en un asunto de arqueología submarina, una pequeña parte del cual recuperamos gracias al dinero de todos los españoles.

Lorenzo Sarmiento de Dueñas
Abogado, especializado en Derecho de la Mar.
Autor de Expediente Odyssey, el mayor expolio baja la mar.

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